miércoles, 4 de noviembre de 2009

martes, 3 de noviembre de 2009

jueves, 29 de octubre de 2009

miércoles, 28 de octubre de 2009

domingo, 18 de octubre de 2009

El nacimiento de la oligarquía cafetalera



Una pequeña porción de la población enriqueció como nunca antes lo pudo haber imaginado. Este grupo estaba compuesto por los principales inversionistas y comerciantes, especialmente los que participaron en la expansión de los productos exportación principales, como el café y azúcar.
¿De dónde provenía el pequeño grupo que logró, gracias a la caficultura, amasar importantes fortunas? Una buena parte descendía de hacendados y comerciantes que habían acumulado capitales y otros recursos mediante la producción afuera. Además, la expansión cafetalera atrajo a pequeño grupo de inmigrantes europeos que, buscando acrecentar sus fortunas, vinieron a invertir sus capitales en la producción, el financiamiento y la exportación del café.
Rápidamente estos inmigrantes fueron asimilados por el sector más acaudalado de la población. Estos llegaron ser partícipes del poder que para entonces disfrutaban los salvadoreños más ricos, a través de alianzas matrimoniales, de relaciones de negocios y de la activa participación la política del país.
Por otra parte, un pequeño grupo de la llamada clase dominante (el grupo más rico poderoso de la sociedad) provino de las filas del campesinado. Gracias al esfuerzo, sacrificio y a menudo la explotación de los recursos de sus propias comunidades campesinas, algunas familias campesinas a través de los años fueron enriqueciéndose hasta convertirse en terratenientes acomodados; es decir, propietarios de fincas y otras actividades comerciales mayores que las del campesinado independiente. Sin embargo, estos casos fueron excepcionales y, hasta donde hoy día se sabe, los campesinos enriquecidos integraron los estratos más bajos del grupo dominante. Por lo tanto, este sector social dominante no fue homogéneo; es decir, había diferencias con respecto al grado de acumulación de riquezas y también, como se analizará más adelante, en el grado de influencia sobre la política económica del estado.
La rápida expansión cafetalera en las últimas décadas del siglo 19 coincidió con el fin de las devastadoras guerras centroamericanas en las que cada facción de la élite salvadoreña participó tratando de imponer sus intereses particulares. Hacia 1870, las confrontaciones bélicas cesaron por varios años y se aceleró la siembra de café en gran escala. Se estaban dando las condiciones para que el grupo más poderoso de la sociedad impusiera al resto de la sociedad un nuevo proyecto de desarrollo. Estarían en manos de la clase dominante aquellas actividades económicas ligadas a la caficultura, tales como las grandes fincas cafetaleras y los beneficios para procesar el grano. Asimismo, se harían cargo de algunos casos de la exportación del café.
El café de esta nación centroamericana se cotiza actualmente en el mercado internacional a un precio medio de 131,5 dólares el saco, de acuerdo con la entidad cafetera. Las mayores ventas del año cafetero actual, que cierra el próximo 30 de setiembre, han tenido como destino Alemania y Estados Unidos.


Producción:

Dado que El Salvador tenía tierras fértiles para la producción del café esta fue planeada de la manera siguiente:

Preparación de la tierra


Los empresarios o agricultores que quisieran establecer una finca de café primero tenía que preparar el terreno para la siembra de las plantitas de café, que previamente habían sido atendidas en semilleros, Parte de esa preparación consistía en despejar los suelos mediante la tala de algunos de los árboles, dejando en pie otra cantidad considerable que se conservaba para dar sombra a los cafetales.
Los productores también tenían que asegurar suficiente mano de obra para cuidar los árboles y limpiar los cafetales regularmente. Cuando los árboles comenzaban a producir granos de café a los cinco o seis años de haber sido sembrados, el productor tenía que obtener suficiente mano de obra
Durante los meses de cosecha (generalmente de diciembre a febrero) como para recoger todo el café y hacerlo llegar a los comerciantes o beneficiadores. Esta mano de obra podía provenir de los propios miembros de la familia del productor de café o de trabajadores a quienes se les pagaba de acuerdo al peso del grano que recogieran. En esta labor participaban adultos y niños de ambos sexos, pero en especial figuraban las mujeres y muchos trabajadores de la vecina república de Guatemala que venían a trabajar a El Salvador por unos meses al año.
Además del cultivo propiamente, la producción de café incluye una fase industrial mediante la cual se despulpa la semilla y se seca para que quede solamente el grano.